En el mundo de la ciberseguridad, existen varias técnicas para evaluar la seguridad de los sistemas y aplicaciones.

Entre ellas, el pentest o pruebas de penetración y el escaneo de vulnerabilidades son dos de las más comunes y efectivas. Aún cuando es común escuchar que los términos se usan indistintamente, existen diferencias sustanciales.

Una vulnerabilidad es una debilidad en un sistema o aplicación que puede ser explotada por un atacante para acceder a información confidencial o dañar el sistema. Las vulnerabilidades pueden ser el resultado de errores de programación, configuraciones incorrectas o fallas en la seguridad física del sistema, entre otras causas.

El escaneo de vulnerabilidades es una técnica que utiliza herramientas automatizadas para identificar las vulnerabilidades en los sistemas y aplicaciones. Por otra parte, el pentest o pruebas de penetración, es la simulación de un ataque tal como lo realizaría un hacker, de manera controlada y sin causar daños.

Cada una de estas herramientas aportan un valor y tienen su lugar en un programa de seguridad. La cuestión no es si se usa una en vez de otra. Más bien, es cómo usar las dos de forma adecuada.

Diferencias entre las Pruebas de Penetración y el Análisis de Vulnerabilidades

Aplicación

Las pruebas de penetración, o pentest, responden razonablemente la pregunta: ¿Qué pasaría si un hacker decidiera atacarnos hoy? Durante esta simulación de un ataque real, se busca identificar las vulnerabilidades explotables de impacto significativo. Además de evidenciar los impactos potenciales si un atacante lo hubiera logrado, también se deben documentar los hallazgos y presentar un plan de acción para remediar las vulnerabilidades identificadas.

A diferencia de las pruebas de penetración, el escaneo de vulnerabilidades no simula un ataque y por lo tanto no es posible establecer el impacto y valorar el riesgo para la organización. Además, es necesario agregar que la razón por la cual es necesario analizar las vulnerabilidades es porque los escaneos arrojan frecuentemente falsos positivos. Finalmente, su valor más importante radica en remediar proactivamente las vulnerabilidades que de acuerdo al analista pueden representar un mayor riesgo.

Periodicidad

Las pruebas de penetración generalmente se realizan anualmente. Sin embargo, hay algunos estándares que las requieren con mayor frecuencia o cuando hay un cambio importante en los sistemas.

En contraste, el análisis de vulnerabilidades es un proceso continuo. Existe software que inclusive permite programar los escaneos con diferentes alcances en diferentes días y horarios, de tal manera que no se interfiera con la operación.

Quién

Aún cuando las dos herramientas pueden ser ejecutadas por personal interno o externo, generalmente las pruebas de penetración son realizadas por proveedores externos.

Por otra parte, se recomienda que sea personal interno quien gestione las vulnerabilidades. Sin embargo, en ocasiones la organización no cuenta con el personal adecuado y debe recurrir a un proveedor externo del servicio.

Profundidad

Las pruebas de penetración, o pentests, se caracterizan por ser más exhaustivas y profundas al analizar las vulnerabilidades en un contexto realista. Esto debido a que se intenta explotar activamente las vulnerabilidades identificadas, lo que permite a la organización comprender cómo un atacante podría aprovechar las debilidades en sus sistemas y aplicaciones. Este enfoque práctico aporta información valiosa sobre la seguridad de los activos de TI e información, lo cual permite a las empresas valorar y mejorar sus defensas de manera efectiva.

Por otro lado, los escaneos de vulnerabilidades son menos exhaustivos que las pruebas de penetración. Sin embargo, los escaneos de vulnerabilidades proporcionan una visión general de las áreas de riesgo en los sistemas y aplicaciones, lo que permite a las empresas priorizar y abordar las vulnerabilidades de mayor riesgo. Es importante señalar que el análisis de vulnerabilidades no proporciona una comprensión completa del riesgo real que representan para la organización.

Tiempo y recursos

Por lo general, las pruebas de penetración requieren una mayor inversión en comparación con los escaneos de vulnerabilidades debido a su naturaleza más exhaustiva y manual. Los pentests implican la realización de actividades en varias etapas, lo que demanda una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo. En consecuencia, las pruebas de penetración pueden ser más costosas y consumir más tiempo que los escaneos de vulnerabilidades.

En contraste, los análisis de vulnerabilidades son más rápidos y consumen menos recursos que las pruebas de penetración. Los escaneos se basan en herramientas automatizadas y el tiempo invertido en el análisis es generalmente más breve que el dedicado a un pentest. Es importante tener en cuenta que la efectividad de los escaneos de vulnerabilidades depende en gran medida de la calidad y actualización de las herramientas utilizadas.

Medición del Riesgo

Sin duda, las pruebas de penetración proporcionan una evaluación más realista del riesgo al simular el comportamiento de un atacante y evidenciar cómo las vulnerabilidades pueden ser explotadas en un entorno real. Esto permite a las organizaciones comprender mejor las posibles consecuencias de un ataque exitoso y priorizar las medidas de remediación en función del impacto y la probabilidad de explotación. Además, las pruebas de penetración pueden revelar debilidades en los procesos y políticas de seguridad, así como en las defensas técnicas, ofreciendo una mejor perspectiva de la postura de seguridad de la organización.

Por otro lado, el análisis de vulnerabilidades proporciona sólo una aproximación al riesgo basada en la identificación y clasificación de las vulnerabilidades. en los sistemas y aplicaciones. No proporciona información detallada sobre cómo un atacante podría explotar estas vulnerabilidades ni sobre el impacto real de un ataque exitoso. Aunque los escaneos de vulnerabilidades son útiles para identificar áreas de riesgo y ayudar a las organizaciones a mantenerse actualizadas sobre las amenazas emergentes, no ofrecen una evaluación completa del riesgo en comparación con las pruebas de penetración.

Conclusión

Tanto las pruebas de penetración como el análisis de vulnerabilidades son herramientas esenciales en cualquier estrategia de ciberseguridad. Es fundamental entender sus diferencias y complementariedades para utilizarlas de manera efectiva y eficiente en función de los objetivos y tolerancia al riesgo de la organización. Combinándolas adecuadamente, las organizaciones pueden mejorar su postura de seguridad y reducir el riesgo de ataques exitosos.